miércoles, mayo 20, 2009

LAS MUJERES DE MI VIDA

Coincidiendo con el tercer aniversario de mi soltería y que últimamente en la compañía ejerzo más de músico que de titiritero, hoy voy a escribir de las mujeres de mi vida; mis guitarras.
Estaba pensando en la cantidad de instrumentos que he ido acumulando y "deunidó". Es el momento de hacer un repaso a cada una de ellas.
Guitarra española.
Ésta, es la que recibí como herencia. Mi padre tocaba en un grupo de habaneras y el instrumento que tenia más a mano era esta preciosa guitarra española, la cual es más vieja que yo. Mi padre se la compró cuando todavía estaba gestando. A mis 14 años, ya tenia hambre de hacer el notas y con ella aprendí los primeros acordes. Me encantaría decir la marca, pero cuando era pequeño se coló el hamster por el agujero y se zampó la mitad de la etiqueta. Con el tiempo ha sufrido diferentes magulladuras y rayadas y hasta le falta una de las clavijas de afinar la cuerda de MI agudo, pero es una buena guitarra y todavía suena estupenda para tocar el "Romance Anónimo".

Guitarra Epiphone.
A esta le tengo un tremendo cariño. No la conseguí con el sueldo de un mes como dice la canción de Barón Rojo. Ya sé que queda muy proletario pero en lugar de ganármela con el sudor de mi frente la gane con las lágrimas de cocodrilo derramadas a mi abuela. Me puse tan pesado que al final me la compró. Sesenta mil de las antiguas pesetas y con un ampli Yamaha de 20 W, empecé a ensayar con ella en mi primer grupo. Con ella atravesé toda mi adolescencia a base de guitarrazos cafres y blueses desenfrenados. También está hecha polvo y en ella se ve la huella de mi adolescencia grungie ( las calcumanias cutres me encantan ). Aún así con las pastilla del mástil suena de la hostia, parece una Telecaster y todo. Incluso gravé la sintonía de"La Republica Toxica" con ella y tiene un toque rockabilly muy guay.


La Washburn.
Esta se la compré a un colega que se pasó al bajo. Me la dejó a un precio chulo y no supe decir que no, ya que Washburn hace buenos trastos. Es la única con puente flotante que tengo y no creo que tenga más; solo dan problemas. Sonaba muy bien y con ella aprendí armonía a lo Megadeth. Luego la machaqué en el grupo que tenía de Soul. La fuí abandonando hasta que rompimos relaciones. Hasta me ha costado echarle la foto. Mirarla ha sido como encontrarse a un novia a la que una vez le hiciste daño. Tiene el puente oxidado y levantado y la cejilla también, perdí la tapa de atrás y la última vez que la usé las pastillas sonaban a cencerro. Lo siento nena "It's my fault".


La acústica Academy.
Esta en realidad es la reencarnación de una que me compré hace 5 años. La verdadera se la dejé a un colega que me rompió la caja y él que es un santo me la sustituyó por otra nueva. Necesitaba algo acústico para poder enchufar y busqué algo bueno bonito y barato. La chica no suena mal, pero se desafina constantemente. Aún así es estupenda para tocar mientras mi amiga Mirabai canta unas baladillas blandengues en las cenas con amigos con hoguera y vino.



Ukelele.
Esto me lo compré como exigencia para la compañía. Instrumento hawaiano, popularizado por Marilyn Monroe en "Some like it hot" y usado sobretodo en música jazzera y dixie. A mi me encanta, porque es muy cuco y tiene muchas posibilidades de acompañamiento. Al principio la gente se reía, pero parece que ultimamente, hay grupos que los están utilizando bastante y resultará que será super cool saberlo tocar. No tiene secretos. es como si tocases una guitarra 5 trastes más arriba y con las 4 primeras cuerdas.

La Mandolina.
Hace un año y pico me dió por experimentar con una mandolina como los Led Zepelin y tal como pasó años atrás, mi abuela se marcó el detallazo. No es una gran marca, pero suena lo justo y con ella he podido marcarme la frikada de tocar la canción de "El Padrino" ( todo el mundo de pié ). Además la utilizó como columna vertebral musical en nuestro último espectáculo.



GIBSON SG.
He aquí la joya de la corona, la tiarrona de mi harén y mi sueño adolescente hecho realidad. Por fín pude marcarme el caprichazo, pero gracias a ella me he hecho hombre. Auténtica americana y aunque de serie baja con toda la ingenieria Gibson. Además "mi cuñao" me la quintó y tuneó un poco y suena vino viejo. Aunque ya no tenga grupo hacerla sonar le da más alegría a mi casa, a mis gatas y a mi ego.



Y hasta aquí las mujeres de mi vida. Como dijo Keith Richards:
"Una guitarra es como una mujer. Tiene sus formas curvas y un agujero en medio. Si las tocas y tratas bien ellas sonarán bien; si las tratas mal, sonarán mal"

8 comentarios:

Belén dijo...

Me gusta tu gibson, pero eso ya lo sabes, sospecho, no?

;)

Besicos

Beth dijo...

¡Qué gran verdad dijo el maestro Keith!

Me gustan todas tus chicas, pero la Gibson es mucha Gibson

arcademonio dijo...

...serías capaz de compartir las mujeres de tu vida conmigo???...ya sabes que me pierden las mujeres...infinitos besos de bolsillo...

Niña hechicera dijo...

Jopé,con el monazo de blues que tengo y tú venga enseñar guitarras....ya te vale;)
Un besote.

el noel dijo...

una rubita asoma por ahí?

Miquel dijo...

Qué cabroooooooooon! Como lo ha visto el Noel!

sandrabis dijo...

sip! soc jo noel! juass

Zitrone dijo...

Yo, que tengo una coordinación escasa o nula en los dedos de la mano, y que tengo "un oído enfrente del otro", observo con sana envidia a la gente que, como tú, sabe tocar un instrumento... Un amigo toca la batería y me fascina mirarle mientras lo hace. Lo mismo puedo decir de la guitarra... sobre todo de esa pedazo de Gibson. Me arrodillo ante ti.
Besicos de limón