martes, octubre 24, 2006

EL AGOBIANTE MUNDO DEL TRANSPORTE PÚBLICO
Con este título esto podria parecer una de esas cartas del lector que aparecen en los periodicos, firmada por un jubilado con poca faena. Pero es que el temita tiene jugo. Y es que son mucho años utilizando transporte público y hay mucho que decir. La verdad es que si empiezo a sumar las horas que me he pasado en un tren, bus o metro es posible que mi depresion existencial se incremente.

El tren de rodalíes. Este es el que más he consumido. Famoso por la voz del megafono que anucia las llegadas. A veces con tono nasal, a veces con tono orgasmico,a veces femenina y a veces masculina. Otras, una especie de mix dantesco donde se mezclan estados de ánimo. Pero lo que me da más risa es cuando el que lo anuncia lo hace en directo. Normalmente es la voz de un funcionario.... ¡sí! ese noble héroe que se encarga de proporcionarnos noble ayuda en nombre de este bendito país. Pues su voz suele ser ronca con un deje madrileño y da un mal rollo que te cagas. Aún recuerdo las partidas de caja cuando un dia se dedicó toda la tarde a decir: Repetimos que hagan el favor de no cruzar las vías, a ver, que utilicen los pasos subterraneos que pa eso están. Pues eso, las horas punta del tren Mataró-bcn pça Catalunya, suelen ser de 7 a 8 de la mañana. En ese horario lo normal es que aguantes en la oreja la conversacion de un par de universitarias absurdas, el ordenador aparatoso de un yupi sin coche, o el hocico de un gorrón en tu hombro para leer tu periódico. Los llenos de final de jornada, que son de 20:00 a 21:30, son más canallas. La gente está cansada y mataría por un asiento. ¡Cuidado con las viejecitas! cuando estan esperando en el anden parecen seres encantadores con baston, pero cuando el tren se acerca, les cambia el semblante, se les desencaja la cara mirando su entorno hostil como queriendo decir voy a sentarme por las buenas o por las malas y si no me llevaré a alguien por delante. En este horario los más probable es que te toque comerle el sobaco a un guiri alemán, que te quedes esquivando el cochecito de bebé de alguna madre desesperada incapaz hacer callar a su chirriante vástago o intentando no pisar a los hippies pies negros con la cabeza poblada de rastas rancias, camisa a rayas que no se cortan un pelo en apalancarse en el noble suelo del tren. Lo peor: la calefaccion infernal en hinvierno, el aire acondicionado antartico en verano ( una vez ví como un esquimal se despedia de mí cuando bajé en mi parada ) y una música clásica a todo volumen que recuerda a las torturas de la naranja mecánica. Lo mejor: si el trayecto es largo, sacas tiempo de sobras para leer ( yo me leí en un año 2 biografias, 3 obras de teatro, una novela y 5 còmics) y encima en la puerta de la estacion te dan un periòdico de esos gratuitos ( NO cojais el diario Qué!, podría estallar una guerra en Teruel que ellos pondrian de primera plana una encuesta sobre la alimentacion de los animales domesticos españoles )

El metro. ¡Ai el metro de barcelona! Este es el que más me mola de todos. Serà por que me da una sensacion de inmediatez plantarme en 5 minutos de Drassanes a Gracia en un momento y esperando poco. Gracias a su mapa de lineas de colorines tan bien explicado he podido tener un poco de consciencia de como está distribuida la ciudad. Te ponen teles con anuncios absurdos en los andenes,y el metro siempre tarda poco en venir. Todavia me acuerdo la primera vez que lo cogí, con mis 20 años recien cumplidos, no se me ocurre otra cosa que cuando viene el metro preguntarle al de al lado si ese es el metro que va a tal destino. Me miró y me dijo: pues claro ( el gilipollas! final no lo dijo pero casi que se sobreentendió ). Si en el tren todo da una sensación de claustofobia,el metro da sensacion de tren de la Gestapo. Pero eso sí a gente va bajando y subiendo y como que cada 2 por 3 ves caras nuevas. Lo mejor: en cada estacion hay paraditas de chuches, frankfurts rápidos y dunkin' donuts. Lo peor: Cogerlo por la noche da yuyu y parece que te vayan a robar hasta el apellido.


El autobus. No hay nada que albergue más odio en mi alma que este maldito transporte. Lento, incomodo e idiota. Sobretodo el de Mataró. Miles de ancianos se agolpan dia a dia para subir a ellos, con esa educacion típica de la tercera edad Mataronense. Agresivos chillones y con esa facilidad de entrar en conversacion absurda contigo. Cuando el bus pilla un curva las viejas chillan ensordecedoramente, pierden el equilibrio ( normalmente me llevo un pisotón de algun tacón de antes de la guerra o un agarrón de brazo ) y luego se ríen pegando broncas al conductor que normalmente tiene un estado de ánimo fascistoide, racista y machista. Las viejas cuando pierden el bus corren de una manera espantosa y ridícula y cuando el paciente conductor fascistoide se apiada de ellas y para el bus, ellas suben sofocantes con una absurda sonrisa y hablando solas ( frases del tipo amo amo uuuuu! que perdemo el autobú, virgen santa ). El bus da una sensacion de que pierdes el tiempo, de que no avanzas en el espacio yque apie llegarias antes. El único que es efectivo es el que va de bcn a Mataró. Eso sí, si vais a la parada que hay en Rda Universitat, guardad la cola, que la primera vez casi soy victima de una turba violenta y quemada por la jornada laboral. Lo mejor: nada. Lo peor: todo.

Y ya dejo de escribir, que solo hay una cosa más absurda que el transporte publico: hablar de él. Ahora que por fín tengo el carnet de conducir me compraré un cochecillo de 2ª mano y me alejaré de tanta mala hostia. Aunque seguro echaré de menos el transporte público, me proporciona esa dosis de desidia y instinto asesino que necesito para tirar palante el maldito dia. Salut usuarios!!!!!

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