jueves, septiembre 25, 2008

BONNIE & CLYDE.
Hoy me apetece hablar de personajes ilustres y como ayer estuve pegándole otro repaso al extraordinario film de Arthur Penn, hoy toca hablar de Bonnie Parker y Clyde Barrow.


Quienes eran? pues un de infelices, que hoy en dia son considerados como una especie de Romeo y Julieta contemporáneos o como unos amantes de Teruel. Los dos se dedicaron a atracar bancos durante los años de la depresión norteamericana.

Clyde Barrow nació en el seno de una familia pobre y numerosa en 1909. No muy alto ni atlético, siempre tuvo reticencia a tener trabajos honrados lo que le llevó a pasar un par de veces por la cárcel. Llegó a cortarse con un hacha un par de dedos del pié para que no le obligarán a hacer trabajos forzados. En libertad, un buen día conoció a Bonnie Parker.



Bonnie nació en 1910, en Texas. Una chica atractiva, menuda e inteligente. Corría el año 1930 cuando en una pausa de su trabajo de camarera conoció al joven Barrow y... zas!!! flechazo!!!




Y que es lo que hacen un par de tortolitos en plena depresión económica? Pues liarse a atracar bancos y gasolineras.

Poco a poco hicieron su propia banda formada por amigos o familiares y se hicieron famosos por todo el sur con sus golpes a mano armada.

La prensa se encargó de darle a la pareja una imagen glamurosa y los granjeros los veía como una especie de Robin Hoods que atracaban a los bancos que les desposeían de sus tierras.

Después de mucho tiempo, en 1934, la policia harta de quedar en ridículo decidió detenerles. Más que detenerles, los asesinaron. Ya sabemos como funciona la policía estadounidense y ya en esos días hicieron gala de ello. Les tendieron una emboscada mientras circulaban en su Ford Deluxe Sedan y así quedó después del ataque:



167 agujeros de bala en el coche y 50 en los cuerpos señores!!! Así lo contó uno de los oficiales que estuvo el día de la matanza:
"Cada uno de nosotros tenía una pistola, una ametralladora y un rifle automático. Abrimos fuego con las automáticas. Se vaciaron antes de que el coche llegara a nosotros. Entonces usamos las ametralladoras. Había humo en el coche, y parecía que se iba a incendiar. Después de vaciar las ametralladoras, vaciamos las pistolas en el coche, que pasó por delante de nosotros y rodó 50 yardas por la carretera. Continuamos disparando incluso después de que el coche se parase. No teníamos otra alternativa."
( de wikipedia )

No es de extrañar. No deja de ser el estilo yanky para solucionar este tipo de problemas.

Su vida y muerte serán perdurables en el tiempo. El bombón de Bonnie, a la que se le daban muy bien las letras, llegó a publicar un par de poemas en el periódico cantando las gestas de ella y su pareja. Sabía manipular muy bien a la prensa y consiguió hacerse con la imagen del trabajador en paro que no aguanta más tanta injusticia social.
Y para acabar os dejo con la escena de su muerte, de la película "Bonnie & Clyde" antes citada. Protagonizada por dos guapazos, Faye Dunaway y Warren Beaty. Esta escena se me quedó grabada a fuego en la mente. Una escena cruel, con una chispa de ternura en la última mirada que se dan los dos amantes... inolvidable!!! ( imágenes patrocinadas por metralletas Thompson ).

4 comentarios:

Celia dijo...

No he visto la peli, pero creo que va siendo hora de que la busque en algún sitio y la vea no?? Desde luego el video me dejado helada... Y si me he ido hasta Teruel en Medievales para que me cuenten la historia de los amores de Diego e Isabel, bien me puedo acomodar en mi sofá para que me cuenten la historia de Bonnie & Clyde... Ya te contaré...
Bso!!

Belén dijo...

Que gran película amigo! que gran momento el de los disparos... recuerdoque no respiré durante los 30 segundos que duraba el tiroteo...

Y la pareja, pues a mi me caen bien, será que la peli me influenció! jajaj

Besicos, majo

JOAKO dijo...

Ensalada de tiros, en aquellos años no tenian miramientos.

Zitrone dijo...

Uf, menuda escena... La he visto sin sonido, porque este ordenador no tiene altavoces, y creo que por eso mismo me ha aterrorizado aún más...
Besicos de limón